domingo, 18 de abril de 2021

Legado

Creo que de todo lo material que tengo, lo más preciado para mi cabría en una mochila. 
Sin embargo, la mayoría de cosas por las que daría mi vida (quizá no es algo de lo que enorgullecerse), están en mi cabeza y en el corazón de la gente que cree en mi.

Últimamente palpo la brevedad de lo valioso tan a menudo que a veces, ni siquiera disfruto pensando en que podría acabarse pronto. 
Ay, dónde estarán las Ítacas en esos momentos. 

La insoportable levedad del ser, es la gran cuestión alrededor de la que todo gira. El amor, la ambición, la percepción, lo que no contamos. Para cada ser, un mundo. Para mi, todo lo que es leve es a la vez lo más pesado, aunque aún sigo sin entender cuál es el polo positivo y cuál el negativo. 
El amor, el gran motivo de la existencia. Invisible pero tan cierto que he escuchado corazones romperse, entre otros, el mío. Aunque defendería hasta la muerte, a evidencia de los ingleses, que no tienen una palabra para expresarlo (pobres...): Se quiere con el corazón pero se ama con el Alma. ¡Y eso existe! Y ojalá nunca deje de creerlo, a pesar de que, no habiendo vivido ni si quiera dos décadas, ya tengo fango hasta las rodillas, en este aspecto.

Como dice García Lorca, y cuenta Lola Flores: ''El amor de la familia... y el amor, amor. Aunque no siempre es correspondido con la misma fuerza por parte de los dos, siempre uno quiere más que el otro... Pero es preferible siempre querer, ¡siempre querer!, que no... dejarse querer.''
Ay, ojalá haber enseñado a cualquiera que se haya querido asomar un poco adentro de mis ojos, que se puede sentir, que es algo que no se olvida como la carne de cañón. Germán, amor, a ti no te pongo entre líneas porque creo que no lo entenderías. Sería tan feliz de saber que he sido tu punto de inflexión, tu cambio de directriz, como el que ve la vida pero le ponen gafas y se da cuenta de que los árboles tienen hojas en sus copas, y no una maraña verde sin orden. Una parte de mi corazón es tuya, pero no puedo negarte que me provocas cierta rabia a la vez que ternura esperanzada:
Contigo he visto que se puede hacer una vida, y ser momentáneamente feliz, con una persona a la que no amas. Si no encontrara mi alma gemela, no dudaría en buscarte. Amor actual, amor de sociedad capitalista, amor de pantalla, amor de control, amor medido, amor conforme, amor temporal, amor ruleta rusa... Pero sobre todo amor que enseña que no cualquiera vale. Ni por santo, ni por risueño, ni por guapo. Si el alma no salta, es que no es ahí. Ojalá algún día lo vivas. Para ti, ''con tal de verte volar, de Miguel Gane. (Una pastelada, pero te vendrá bien para el luto si algún día te rompen el corazón)

Parte I. 


sábado, 11 de julio de 2020

Musa

Treinta y tres idiomas hablaba
y solo una lengua conocía
cada esquina y recobeco
sus tesoros escondían:
viajaba entre nubes por compases,
dulzura que borraba aquellos grises
pinta con sus acuarelas tu paisaje.
Desde la tierra al cielo
no necesitó equipajes;

dientes y uñas afilaos',
garabatos que tracé
pa' intenta'cerle homenaje
a esos ojos negros que
brillan como azabache

No dejes que
te parafrasée:
cuando le cantes tus canciones
y te de sed
no bebas de su yerbaje.
Magia negra pura,
hechizos de la vieja,
sangre, visceras, sudor y encaje;

aunque en la penumbra
encuentres su cobijo
cuando su mirada baje,
mantente,
mente fría y manos sucias:
el diablo vestía de traje.

Te embaucará
con poemas y canciones
(no notaras cambio en las estaciones),
galones y eslabones,
medallones de oro,
caricias y calor entre algodones.

El veneno y la daga tenian doble filo
antídoto y final;
primavera de vida, muerte y olvido.
Placer efímero
un ángel parecía pero del cielo había caído
como Caín...
Ella te pone la instrumental y después te rompe el vinilo

En tus mejores sueños
caminará descalza,
y su silueta sera dócil bajo su chilaba blanca.
Te ofrecerá su mejor vino:
licor blasfemo y prohibido
y un sendero de pasas por sus piernas
pa' indica' el camino.

En su juego caerás
y no tendrá templanza.
La V de su vientre
sera su Vendetta,
tu única esperanza será una de sus treguas;
de sus guerras, cuerpo a cuerpo
sin armas,
bajo las sábanas.

Y cuando hayas caído nunca sanarás,
llorarás como Boabdil para pedir clemencia:
-¡Soltadme, como a Barrabás,
entregando a la inocencia!-
rezando a la injusticia,
pero es su divina ciencia,
la que hará que te arrodilles
a sus pies como una reina
esperando tu sentencia

Una musa de mil mares,
puta perdía' entre braguetas,
que no cobra en plata ni oro
ni diamantes ni turquesas.

Ella quiere que la pinten, que la escriban,
que la canten, que la esculpan,
que la rimen los poetas.

A los pies de su cama coleccionó corduras.
Timadora, emperatriz de las peores tretas,
los hombres caen en ellas
buscando la inspiración más pura;

pero ella viene y va,
y cuando quiere, te baila un tango;
desnuda, vestida, tras la cortina del cuarto;
y tu cuentas tus cuentos de locos
mientras firmas su pacto,

creyendo que se quedará y que tu arte estará intacto,
pero si cierra la puerta
se te acabará el trayecto.
La curva más sutil hará que se vaya al traste,
aprovecha cuando esté
porque quizá luego se marche,

y entonces todas tus canciones llevarán su nombre,
todos tus colores estarán en su cuerpo,
todos tus cinceles tallarán su pecho,
todas las pesadillas no son por las noches.

miércoles, 22 de abril de 2020

15/03/19

La ironía de buscar el calor en algo que congela tu respirar. Siempre lo he pensado, que los elementos forman uno solo pero hay incompatibles entre ellos. Pez y pájaro jamás podrían amarse sin morir, a uno lo mata lo que al otro le da la vida, y es así con todo. El mundo esta lleno de sirenas que se ahogan queriendo volar, y de aves fénix que consumen su fuego al entrar al océano: pero siempre habrá un momento que marcará la vida de dos suicidas: la dulce muerte o la amarga vida. Pasión y ley... Difícil mezcla. (siempre me ha encantado esta imagen)



domingo, 12 de abril de 2020

Libertad con cláusulas

Me da vértigo mirar atrás.

El abismo de los días que transcurren, habiendo perdido la inocencia y la inquietud de saber qué deparará cada uno, si nos cruzaremos en algún semáforo, o si me vendrá tu olor en una bocanada de aire al dar la esquina. El café de por la tarde ya no tiene una cita, no sé ya si se me hace tarde o es que a ti se te ha olvidado, o las dos cosas. ¿Recordará Mariángeles que no necesito azucarillo? Extraño el aire contaminado de las carcajadas de mis amigas, de palabras mal dichas o campanasquesuenan pero nosabenpordonde. No aprecié lo suficiente lo agradable que era la cerveza después del trabajo, y todas las que vinieran más tarde. Ese abrazo que no nos dimos, pensando que nos veríamos mañana, el cuaderno que olvidaste en mi casa, y el pañuelo que (a propósito) yo dejé en la tuya. Todos pasaron de ser un futuro próximo de indicativo, a ser el complicado futuro de subjuntivo. Ya en desuso. Como los besos, atrevido quien los diere. Y las miradas a los ojos. Se me ha olvidado ya cómo son los de Alberto. He de confesar, que también echo de menos caminar. Correr, saltar, sentir el frío o el calor. Creo que cuando todo esto acabe, Rusia entera se me quedaría pequeña. Pienso abrazar hasta a los árboles, tumbarme en el césped, meterme de lleno en la playa y subir a Torrehacho con Álvaro. Me doy cuenta de todas las cosas tan pequeñas que he dejado sin hacer. Porque siempre me gustaba verme en la tesitura de: "Tiempo, dinero o salud". Y yo era de las que elegían tiempo, siempre con prisas, 24 horas eran demasiado pocas, y ahora me sobran horas que regalarle a esa chica ocupadísima en cosas mundanamente importantes, y decirle que mejor me quedo con la salud.

Y después de añorar, reflexiono:
La libertad de uno acaba donde empieza la de otro; alguien se tomó la libertad de no cuidarse demasiado... y concluyó la historia acabando la libertad del mundo entero. Alguien no hace mucho, me preguntó: "Crees que eres libre?" "Pues claro", sin duda alguna, ¿qué o quién osaría a mi a atarme en tal momento? Temerario el que se atreviera. "No lo eres, nadie lo es. Desde que nacemos estamos atados" Qué frívolo me pareció. Me atreví a echarle la culpa de no ejercer la libertad de la que, para mí, todos estamos dotados. Nadie podría estar sobre mi, o marcar un guión sobre mis actos. Pero siempre hay alguien por encima, existen unos límites... Unas directrices, más bien. Y entonces vi que mi libertad acababa donde empezaba la seguridad de mi entorno. Que la de los demás acababa donde empezaba la mía. Me di cuenta de que todo este tiempo, había considerado como un hecho algo utópico: sí, somos libres, pero con cláusulas. Hace unos días me lo preguntaba: ¿vivimos en libertad o en un continuo libertinaje?

domingo, 15 de enero de 2017

TMFEN

Normalmente cuando hablamos de un río, hablamos de algo que separa territorios. Que establece fronteras, límites. Separa almas que, aunque gemelas, llevarán distintos nombres, distintas vidas, tendrán distintas costumbres y nunca pensarán igual. ¿Y si llegara alguien que es capaz de mirar con otros ojos? Ver un río como vía de enlace. Entender que, sin importar de dónde venga, todos bebemos el misma agua, todos la necesitamos para vivir. Verlo como un ciclo constante de naturaleza viva, que nace entre unas montañas, se crece en su caudal, y desemboca en el mar para volver a nacer después de la lluvia, retornando a su orígen. Constante. Capaz de seguir manteniendo toda la vida que contiene, a pesar de las cataratas, de las fuertes corrientes, los desbordamientos y su desembocadura. Porque, a pesar de todo, ha sido creado para eso. Y, pase lo que pase, nunca dejará de ser el mismo río, nunca dejará de llevar agua... Nunca jamás cambiará. Y yo, que no creo en para siempres, sí que sé con certeza que seré tuya mientras fluya el Niágara, mientras siga llevando aquello que te quite la sed, mientras siga siendo una fuente inagotable de vida.
TMFEN,
Igrie

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Agua

No puedes pedirle al mar constancia despues de cada ola, porque es tan imprevisible que ni si quiera el viento o la luna pueden dominarlo del todo. Jamás ha podido hacerlo nadie, igual que nadie podrá nunca quitarle la sal. La esencia, el color azul. Nadie podrá romper jamás el mundo que hay detrás del espejo de agua clara. Cada pequeño apice de vida que acoge, llora cada noche porque no puede pasar los límites de la superficie para poder verte. ¿Te das cuenta de que la misma línea separa su vida y su muerte, de las tuyas? Universos casi paralelos, insolubles, que se añoran y necesitan el uno al otro aun sin poder convertirse en uno solo, pero que al fin y al cabo, forman un mismo planeta.
Porque qué sería del mar
si tus lagrimas no fuesen a parar a él, y qué sería de ti
si su agua no pudiese quitarte la sed.

domingo, 19 de junio de 2016

Por si acaso

Por si algún día nos deshacemos y decidimos dejar de conocernos, quiero que sepas que hemos sido lo que siempre había deseado. Tan despreocupados de crecer por estar tan ocupados descosiéndonos para enseñarnos el alma. Tenían razón. Me has llegado muy adentro. Me he enamorado como nunca llegué a imaginar. He visto en unos ojos arder el infiernos a la vez que sentía que el cielo estaba escondido en ellos. Me he perdido en las líneas de tus manos, buscando la manera de moverlas a mi antojo, cambiando tu destino para que fuese el mismo que el mío. He recorrido cada centímetro de tu espalda dibujando corazones con la yema de mis dedos, sintiendo tu aliento en mi cuello, sabiendo que subía al precipicio más alto, con las vistas más bonitas del mundo, pero teniendo también siempre presente que una corriente de aire podría hacer que precipitase al vacío. Vivo con el miedo a que me dejes caer, a que te quedes como un simple espectador viendo caer a quien te ha querido dar todo. Porque supongo que todas las locuras tienen su grado de riesgo. Creo que quererte está siendo la mayor locura que he hecho en mi vida, y sin duda la que me da más miedo que salga algo mal. Y te confieso mis intenciones de ser tu sudadera en ese octubre mojado, tu primer beso después de las doce uvas, tu flor favorita de cada primavera, y el mar donde bañarte en los días más calurosos de ese agosto tan seco. Quiero ser la luna a la que aúlles cada vez que te separes de la manada, una bocanada de aire fresco cuando te ahogues entre pensamientos grises y tu mayor fan cada vez que cojas una guitarra. Quiero formar parte de tu vida, y que tú también estés dispuesto serlo de la mía. Porque te quiero, te quiero conmigo, sin mi, libre, del derecho y del revés.